Fue solamente a través de millones de años equilibrio en el clima, y enorme riqueza de los recursos del suelo así como la poderosa atmósfera y a muchos otros factores tanto físicos, químicos y biológicos que este lugar, al que llamamos planeta Tierra, pudo sostener no únicamente organismos vivos, sino algo mucho más importante: seres inteligentes, capaces de alterar, modificar y, en su momento histórico, entender la naturaleza. Sí, al parecer en este grupo no sólo estamos incluidos nosotros sino que somos los únicos que conocemos en este universo.
No ha sido nada corto este proceso de evolución biológica hablando en proporciones humanas. Así mismo un largo periodo de tiempo fue el necesario para que evolucionaran seres como los hombres. Se estima que las primeras líneas evolutivas de los seres humanos y los chimpancés se comenzaron a dividir hace apenas unos 5 o 7 millones de años mientras que las primeras formas de vida en la tierra tienen una antigüedad de 3,800 millones de años y no obstante tal antigüedad de esas primeras divisiones el Homo sapiens no tendrá más de 200 mil años y la primeras civilizaciones, las de la Media Luna Fértil, se remontan poco más de tal vez 8 mil años. Claro que estamos hablando de ciudades urbanas de aquella época; nada parecidas a nuestros san Franciscos o Nueva Yorks.
Fue durante este camino en el que también participaron, además del ser humano, plantas, animales, bacterias, virus y hongos; todos adaptándose, mutando, sobreviviendo todo ello únicamente para preservarse; fue también en este camino que la tierra encontró la forma de protegerse y remediarse. La naturaleza siempre ha sabido conservar el equilibrio interno en favor de un medio ambiente sano y limpio. La tierra entonces se convierte en el repositorio natural por excelencia, es el almacén y fuente de conocimiento. Es a través de la naturaleza que estos seres inteligentes son capaces de comprender cómo funciona todo el universo: observándola, aprendiendo de ella, asombrándonos y formando modelos físicos, matemáticos, biológicos y químicos para dar el siguiente paso del entendimiento: pronosticar.
La elegancia con la que la naturaleza se expresa y lleva a cabo todos y cada uno de sus procesos así como las formas que tiene la tierra de protegerse y cuidarse es impresionante. Si bien es cuantioso lo que nos falta explorar y comprender de la naturaleza, como humanidad hemos recorrido un buen tramo sobretodo estos últimos siglos y en la biotecnología en las últimas décadas. Esa elegancia nos asombra y nos conmueve, nos maravilla, conquista a las mentes inquietas y promueve la acción.
No fueron necesarios tantos años para que aquellos seres inteligentes, habitantes relativamente nuevos en la tierra, vinieran a afectar tanto el equilibrio y la relación simbiótica que ya seres animales y vegetales así como hongos, bacterias y virus habían logrado con la naturaleza a través de millones de años. De hecho el deterioro grave y de gran tasa de crecimiento se da apenas alcanzando la segunda mitad del siglo XVIII durante la Revolución Industrial aunque desde unos siglos antes ya se comenzaban a promulgar leyes para cuidar el medio ambiente. Estamos hablando de menos de 500 años contra millones de equilibrio natural.
Aun así el ser humano no ha sido siempre el villano, de hecho gracias a los avances científicos y tecnológicos se vive en el mundo una oleada de deseos de trabajar y cuidar el medio ambiente: empresas refresqueras, televisoras, gobiernos y organizaciones internacionales, escuelas de todos los niveles y un sinfín de otros institutos, grupos humanos y asociaciones han comenzado a preocuparse por el tema así como la necesidad de que el público lo sepa. Acá no entra lo de lo que da tu mano derecha que no lo vea la izquierda. Es un placer así como un recurso de mercadotecnia el cuidado por el medio ambiente; así mismo la biotecnología es una herramienta importantísima de gran alcance, potencial y perspectivas ambiciosas que propone día con día respuestas a un gran número de problemas actuales, sus áreas abarcan temas de agricultura, farmacia, ciencia de los alimentos, ciencia de materiales, medioambiente, medicina así como la minería y la ingeniería civil. Es una ciencia que abarca un gran número de disciplinas utilizando un sinfín de técnicas y métodos de observación y experimentación de gran nivel. Lo interesante de esto es aplicarlo a la vida real, creo yo que es el gran deseo de cualquier persona que se dedique a la biotecnología.
En la actualidad existen numerosas tecnologías para cuidar el medioambiente basadas en la imitación de la naturaleza, es decir, se crean nuevas tecnologías para resolver problemas humanos con formas que la naturaleza ya ha resuelto. Existen en la actualidad desde aparatos que permiten a ciegos con tecnología inspirada en los murciélagos o modelos aerodinámicos para automóviles inspirados en insectos o aves; también es posible utilizar un método ya creado por la naturaleza para resolver un problema y que sea similar a uno que tengamos nosotros. Estos son ejemplos de biomimesis. Sí, ya le pusieron nombre.
Un método interesante para tratar aguas residuales (aunque su uso se extiende a suelos y aire) es utilizando plantas, estas plantas descontaminan las aguas residuales y mejoran en gran medida su calidad logran excelentes niveles de pureza. Específicamente de esto último hablaremos en este blog, de la fitorremediación, que es el nombre de esta tecnología. En los próximos blogs se irá explicando cómo funciona la fitorremediación y qué plantas son capaces de hacerlo y cómo lo hacen, hablaremos de los lugares donde se ha utilizado esta tecnología así como de las personas más importantes que lo han implementado o han realizado investigaciones; y por último y creo que más importante: hablaremos de un lugar donde un grupo de amigos y quien escribe este blog estamos implementado esta tecnología; somos estudiantes de distintas universidad y de distintas carreras y nos encontramos desarrollando un proyecto de tratamiento de aguas residuales por fitorremediación para dos municipios en un bello valle al sur del estado de Tlaxcala, un territorio al centro de la República Mexicana al lado de los imponentes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, dos de los volcanes más grandes de México; un lugar agraciado diría yo… pero ya les iré presentando todo poco a poco; este es un lugar excelente para personas que se interesan por la biotecnología y el medioambiente así como aquellos que ya están trabajando con esta misma tecnología en otro lugar del mundo; sería grandioso formar una gran red de interesados.
Hasta la próxima entrada.