viernes, 28 de octubre de 2011

Suecia y México, países hermanos por una simple firma.

El Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, de 2001 firmado por 127 países entre los que figura el nuestro, ha sido tratado se llevarse a cabo México sin frutos ni hojas, ni nada.
                Echen un vistazo al sitio en línea  del Programa Nacional de Implementación, ya conoce usted este tipo de nombres pomposos que usa nuestro gobierno; en la lista negra existen plaguicidas sintéticos formados a partir de cadenas largas de carbono con cloros pegados a ellas.
No sólo los nombres siguientes suenan peligrosos, lo son: aldrín, diedrín, endrín, heptacloro, mirex, DDT, clordano, toxafeno y hexaclorobencen, bifenilos policlorados, y hexaclorobenceno, dioxinas, y furanos. Todos prohibidos. Todos en urgencia de detener su producción y  su venta… desde hace 11 años.
En México la gente y el gobierno los utilizan deliberadamente, a diestra y siniestra en campañas nacionales de salud, jardines de la secretarias de ecología y medioambiente...aya que como dice SEMARNAT: “las partes interesadas pueden hacer exenciones”, palabra utilizada para decir que se van a pasar por las bolas tan afamada convención internacional a la que fueron únicamente para pasar un rato coqueto por Suecia.
Si comparamos el cumplimiento de nuestro país a la multiplicidad de convenios internacionales que ha firmado nos encontraremos con una grave y negra incongruencia: México ha participado en los foros internacionales más importantes sobre contaminantes, medio ambiente y desarrollo sustentable y hasta ha sido anfitrión de algunos; ha firmado no sólo la convención de Estocolmo sino la de Río, la de Kioto y varias más; pero si comparamos lo que debería estar haciendo según sus firmas vacías con la realidad una gran interrogante queda en nuestra mente; porque aparte  se han gozado de financiamientos por parte de organizaciones internacionales… o sea que ni dinero, ni investigación, ni proyectos; chile no’má y de nuevo.

Las bases legales no son lo único que debe de hacerse ni el dinero es la gran deficiencia; se necesita de conocimientos científicos y técnicos, instituciones especializadas y de expertos en la materia, así como de la correcta infraestructura para  medición, manejo, tratamiento y disposición final de contaminantes. Se necesita de resultados claros, concisos y tecnocientíficos: de nada sirve tampoco que el Politécnico Nacional hayan  realizado ya fructíferas investigaciones sobre descontaminación con plantas y que pocos o ningún proyecto haya sido desarrollado en el país a partir de ahí. Las universidades también deben de ser el lugar donde germinen correctamente proyectos sustentables para el país. 


jueves, 27 de octubre de 2011

Paradoja

Paradoja de nuestro siglo: los pueblos menos industrializados son quienes ponen la carne intoxicada,  la piel mancillada de sarna, los pulmones atiborrados de aires venenos. Poderosísimas empresas como Bayer bien conocida por su aspirina pero desconocida por sus plaguicidas altamente peligrosos como el endosulfán se encuentran en la mira. Durante más de 100 años se han vendido en todo el mundo plaguicidas de todos los colores, tamaños y sabores; sustancias creadas a partir de estructuras que se adhieren fácilmente a los organismos vivos principalmente en la grasa: ya imaginarán qué otro primer lugar se podría ganar México…

Estos productos  siguen y probablemente seguirán a la venta en todos los poblados y naciones donde vacías convenciones y tratados de  egoístas y paternalistas países desarrollados  no alcanzan a llegar.  Aquí,  en los países a los que gentilmente se les llama “en vías de desarrollo”, es donde germina el cáncer y los hijos deformes, donde se echan al aire  los últimos aerosoles y lo que queda de plaguicidas en las estanterías  prohibidas de las  farmacéuticas.

Los daños a la salud son graves y variados, puede provocar daños al sistema inmunológico, así como daño neuronal y de las conductas, problemas reproductivos o de desarrollo y crecimiento y muchos más.

No sólo los países industrializados no se salvan de esta situación a pesar de que las prohibiciones entraron en vigor hace ya varios años; de hecho ningún recóndito rincón del mundo se salva.  Se han encontrado estas sustancias en lugares donde la demoniaca industrialización no ha alcanzado a llegar… no sólo eso, también se han encontrado concentraciones en lugares donde ni el más astuto hombre ha puesto un pie. Las grises prohibiciones actuales se quedan cortas con lo que realmente tiene que comenzarse a hacer a nivel mundial: remediar el daño actual no es preocupación, es obligación de todos.

Oda a un hongo.


Cúpula celestial de la tierra,
Parasol del bosque,
De la selva.

Hijo de la noche, señor del misterio.
Señor de los sombreros.
Sombreros en campana casi siempre,
En cono muchas veces.
Distinguido caballero:
Te alistas en las noches
Para mostrarte en la mañana.

Alimentas campesinos y ricos,
Intoxicas mentecatos
Y al joven que tiene ganas
A alucinar le enseñas.

Tú, el emperador de las sombras.
Y en el cobijo de los árboles,
Y en la sombra de las ramas.
Y en la humedad de la tierra.
Tú, el señor de la quitina:
Sobre césped,
sobre troncos viejos y los nuevos,
sobre las ramas y en las frutas,
eres tú quien triunfa.

martes, 18 de octubre de 2011

Fitorremediación: hágalo usted mismo.

Si alguien quiere realizar fitorremediación en su casa, con esos sencillos pasos TODO mundo será capaz de lograrlo. Anímate, no es costoso y sí de muchos beneficios a corto y largo plazo.






viernes, 7 de octubre de 2011

Endosulfán: insecticida que mata no sólo insectos (parte 2).


Es meramente imposible que una sustancia tan dañina para TODO lo que viva sea utilizada tan ampliamente sobre todo cuando existe tanta información al respecto, se han hecho numerosos estudios con graves reportes y aun así aún países como México siguen siendo el lugar donde se ponen estos productos en consumo masivo para que sean menores las pérdidas debido a las prohibiciones. Bayer afirmó que para el 2010 dejaría de distribuir mundialmente el endosulfán y que sería reemplazado por alternativas “con un perfil de riesgo significativamente menor”  lo que sea que eso signifique para sus negocios. 

                La preocupación es mundial, lo digo en serio. Se han encontrado restos de endosulfán en cualquier rincón de este planeta; aun los que no están siquiera habitados. La literatura dice de manera romántica algo así: “en la tierra de la India, en el agua y los sedimentos de Ghana, en las aguas poco profundas de Pakistán, en los ríos de China, la lagunas de España;…” la lista sigue y engloba países de todos los continentes, no sólo en agua sino también suelos, y aire; su presencia está en alimentos, en la corteza de los árboles de muchos países, en productos lácteos, carne, aceite y hasta semillas de girasol… la lista no sólo es extensa, es impresionante. 

                Esto no sería de alarma si no tuviésemos reportes de toxicidad de endosulfán para la vida silvestre ; abejas, faisanes, patos y otras aves, codornices, peces, caracoles, insectos acuáticos como libélulas, mosquitos, y otros, sapos, ratas, ratas… Tiene afectaciones al crecimiento, el desarrollo y la reproducción, deteriora sistemas feromonales. Animales como los cangrejos han presentado mutaciones en sus caparazones… vaya, créanme que estoy anonadado. Los artículos y sitios donde saco toda la información están en las distintos gadgets de este blog. 

                Lo preocupante del caso, creo, no es el mero endosulfán ¡nos quedamos cortos! La realidad es otra: ese y muchos, muchísimos otros plaguicidas han sido utilizados de la misma forma por más de un siglo con repercusiones sumamente graves y de un gran desconocimiento entre la población. No este sino muchos otros compuestos con similares características han sido echados a al medioambiente de la misma forma… ¡vaya! ¡parece que estoy leyendo el apocalipsis! Siento no poder terminar esta entrada de otra forma… estoy bloquedado…

jueves, 6 de octubre de 2011

Endosulfán: insecticida que mata no sólo insectos.

Los COP’s  (o POP’s Persistent Organic Pollulants) son el terror de todo interesado en el cuidado del medio ambiente. No es exageración todas las prohibiciones y legislaciones que se han llevado a lo largo del mundo los últimos años, sus mecanismos de acción así como sus afectaciones al ser humano, su desarrollo y el medioambiente que lo rodea son tan graves que toda preocupación y ocupación no están de más. 
                Ya hablamos de la estabilidad de estas sustancias, son moléculas complejas y relativamente grandes en comparación de aquellos compuestos inorgánicos. De acuerdo a sus características fisicoquímicas los COP resisten en grado variable la degradación fotoquímica, química y bioquímica, lo que causa que su vida media en el ambiente sea elevada. Lo mismo que los popularizó ahora los sataniza: su alto grado de permanencia y resistencia a la degradación. 

                Existen de dos tipos: los naturales y los creados por el hombre, y aun así han sido los últimos los que realmente han afectado al medioambiente. Son compuestos que tienen de existencia no más de 120 años, se les llama xenobióticos ya que no forman parte de la composición de los organismos vivos (xeno: extraño). Existen de dos tipos, los hidrocarburos poliaromáticos y los hidrocarburos halogenados. En esta entrada hablaremos de uno de ellos: el maldito endosulfán. 

                Les platicaré en próximas entradas cómo me enteré de la existencia de los COP’s y su gravedad en el Centro de Investigación en Genética y Ambiente de la Universidad Autónoma de Tlaxcala en voz de las doctoras Edelmira García Nieto, Elizabeth García Gallegos y Raquel Ortiz Marttelo, lo divertido del caso es que justamente la semana próxima a esa ocasión llegando de la universidad a la casa me comentó mi mamá que habían “echado insecticida para las moscas”, insectos que mi papá no soporta, por mera curiosidad me pedí el frasco… y pues sí, pasó lo que ustedes se imaginan. Lo único que dice mi papá cuándo le preguntó la razón de su acción es “…eso es lo que siempre nos venden” lo cual incrementa mi preocupación, al parecer es uno de los insecticidas más vendidos en la región. 

                El endosulfán fue desarrollado a principios de la década de los 50 por Bayer y otras farmacéuticas, su patente se perdió hace ya varios años y ha sido producido en enormes cantidades desde entonces. Por su persistencia, bioacumulación y biomagnificación ha sido enlistado con los COP. Su acumulación se da en los tejidos grasos de los seres vivos y lo grave es cuando va subiendo eslabones en la cadena alimenticia porque va aumentando su concentración en cientos o hasta millones de veces. 

Se han reportado numerosos casos de intoxicación y envenenamiento por endosulfán. Ya sea inhalándolo, por contacto y absorción en la piel o si se ingiere esta sustancia será capaz de producir convulsiones y/o la muerte. Afecta el Sistema Nervioso Central y puede causar irritación ocular. Los síntomas de envenenamiento son la hiperactividad, la excitación, disnea o dificultad de respirar, diarrea, anemia, nausea, vómito, insomnio, visión borrosa… miren la lista puesta en el sitio de la Red de Acción de Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina:

“… cianosis (decoloración azulada de la piel, por la falta de oxígeno), formación de espuma en la boca, temblor, sequedad de la boca, falta de apetito, irritabilidad, dolor de cabeza, disminución de la respiración, hematuria, albuminuria, confusión, mareos, falta de equilibrio y de coordinación…

“…efectos adversos (…) en el sistema reproductivo masculino, retrasando la madurez sexual e interfiriendo con la síntesis de la hormona sexual. (…) alterador endocrino y que tiene el potencial para provocar hipotiroidismo. (…) existe una adecuada disponibilidad de información sobre su toxicología aguda.”

Y aunque no existe evidencia de su relación con el cáncer en humanos se ha demostrado su carcinogenicidad en ratas Orborne-Mendel causando neoplasmas (tumores) malignos en  todas (machos y hembras) así como en sus sistemas endócrinos de las ratas machos. Tanto hembras como machos desarrollaron linfosarcoma, cáncer invasor desarrollado en el sistema linfático enviado por vía linfática y según algunos autores por vía sanguínea ¿verdad que ya no es sólo un insecticida cualquiera? Debieron ver los ojos de mis progenitores cuando les leía uno a uno los artículos que encontraba y que ya les coloqué a ustedes en el blog.

Vaya que les estoy dando miserias de toda la información que existe no sólo del endosulfán sino de otros COP’s. Es importante que toda persona que utilice plaguicidas o sustancias afines se informe de lo que está a punto de echar al ambiente. La siguiente entrada les hablaré de las afectaciones del endosulfán al medio ambiente…

La rizósfera y la descontaminación

Referirnos a la raíz de una planta nos conduce inmediatamente a esa parte de la planta que se encuentra debajo de la tierra la cual no sólo la fija al suelo sino que absorbe nutrientes importantes de ahí para la planta. Obviamente existe todo un estudio para este órgano botánico el cual ha puesto en descubierto sus partes a detalle y su fisiología: la rizósfera y su alta actividad es el tema de esta entrada.

No se trata realmente de una parte de la raíz sino más bien una zona del suelo que está influenciada por las raíces donde se dan determinantes procesos químicos, físicos y biológicos. Se caracteriza por su elevada actividad microbiana. Numerosas y variadas comunidades viven plácidamente ahí: bacterias, hongos y algas (lo que se conoce como microbiota); protozoos, nematodos, insectos y ácaros (conocida como micro y mesofauna). Todo un complejo y rico sistema ubicado a lo largo de todas las raíces de la planta con menos de medio centímetro de espesor a partir de ellas.

Toda la riqueza de ingredientes provee a la planta de protección y a nosotros de una biotecnología interesante: la degradación de peligrosos contaminantes en compuestos inofensivos que bien volatizará, esto es que introduzca a la atmósfera como gas; o bien será capaz de utilizar y aprovechar estos compuestos para su desarrollo todo esto llevado a cabo por medio de actividad enzimática microbiana. Así mismo, en la rizósfera se es posible filtrar los contaminantes de actividades agrícolas, nucleares e industriales. Esta tecnología ha sido utilizada en la bahía de san Francisco por la universidad de California, Berkeley; donde se removió el 89% de todo el selenio de las aguas residuales de las refinerías del lugar, en un estanque de la refinería Chevron; esto significaría que los 90 acres utilizados para la construcción de este estanque se están procesando al día de 2 a 3 millones de galones de los efluentes de la refinería; así mismo este estudio revela que del 20 al 30% del selenio tóxico que entra al estanque se devuelve a la atmósfera en su forma volátil no tóxica. La importancia de este hecho radica en el que selenio volatilizado ya no entra a la cadena trófica. Existen muchos casos más.

Creo que es importante decir por último que todas estas actividades y procesos bioquímicos aún no son comprendidos del todo, científicos, centros completos de investigación y grandes proyectos se encargan de trabajar esta tecnología para mejorarla y seguirla utilizando en nuestra incesante búsqueda de mejorar las condiciones ambientales actuales del planeta.

A continuación les pongo algunas de las plantas que se han utilizado en diversos proyectos a lo largo del mundo.

viernes, 30 de septiembre de 2011

Los orígenes de la contaminación: plaguicidas organoclorados, las dos caras de la moneda.

El gusano en la manzana, el niño jugando a atrapar insectos, el perro que come algunos otros, la larva en el elote recién tostado para comer con chile y limón; son ejemplos de escenas que tenemos en la mente pero que ya no es común ver: se lo debemos a los controversiales plaguicidas, sustancias capaces de eliminar cualquier inofensiva alimaña que se parece en nuestras verduras, frutas y en jardines, según esto poniendo en grave peligro cualquier situación de estética en la comida y en la casa llámese bicho, animalucho, bicharraco, gusarapo… según nuestras madres y abuelas quienes no utilizaban más plaguicida que un “¡ushcale!” o un gato para los ratones y cucarachas.

El caso es que un plaguicida no sólo viene en botellas con calaveras o severos colores rojos, según la FAO en 1986 y posteriormente la OMS en 1992 cualquier sustancia o mezcla de sustancias utilizadas a prevenir, destruir o controlar cualquier plaga que enferme humanos, animales o plantas, a la comida, madera, productos agrícolas, alimento para animales y más. Se clasifican de distintas formas, por mecanismo de acción, por el tipo de organismos que afectan y por su naturaleza química, a nosotros nos interesa esta última clasificación la cual se divide en:

a. Orgánicos.

i. Sintteicos.

ii. Naturales

a. Microbianos

b. Botánicos

b. Inorgánicos.

Durante más de 50 años se han utilizado plaguicidas organoclorados (OC), sustancias sintéticas según lo anterior. Han sido ampliamente utilizados ya que debido a su estructura química tiene propiedades de alta permanencia en el medio, siendo mayor el tiempo de acción contra la plaga, reduciendo operaciones y costos… ya saben, cosas de dinero.

No sólo la industria y la agricultura han sido responsables del uso extensivo de este plaguicida sino campañas completas de salud, por ejemplo para contrarrestar la malaria. Estos OC son de difícil biodegradación por lo que representan una seria amenaza a la salud pública y a la mayoría de las formas de vida. Son sustancias que son clasificadas también dentro del grupo de Compuestos Orgánicos Persistentes (COP’s), una de las mayores preocupaciones actuales y nuevas a nivel internacional.

Como cualquier COP’s, los OC tienen estructuras químicas muy estables y se degradan bastante lento en el medio ambiente, atacan gravemente sistemas acuáticos y terrestres. En México se han utilizado para sembradíos de caña, maíz (o sea que muchas de nuestros tacos tienen otro grave enemigo aparte del colesterol), frutales, cítricos, frijol, arroz, chile y coco. Asimismo se ha utilizado para campañas contra el paludismo es común encontrar el uso de OC como el DDT con una aplicación de unos cien mil kilogramos en Veracruz, Tabasco y Campeche. Mi hermano que vivía en Cancún dice que semanalmente por las calles pasaba un camión rociando plaguicida, seguramente para eliminar mosquitos que provoquen dengue; sería bueno saber qué le echan a nuestras calles; sería bueno que instituciones, organizaciones y universidades trabajen en ese tipo de análisis.

Los OC han sido severamente criticados y puestos en esas listas de sustancias especialmente peligrosas y regulaciones internacionales, el más importante el Convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos Persistentes del 2001 firmado por 120 países en los que aparece México, y aunque entró en vigor desde 2004 y ya más de 140 países lo han firmado, muchos en vías de desarrollo como el mío seguimos esperando que las grandes farmacéuticas como Bayer se acaben su inventario; es eso o la salud pública, no pueden perder dinero, ¡faltaba más, hombre! Mientras que países desarrollados han eliminado ya muchos de estos compuestos países latinoamericanos no corremos con la misma suerte.

Pero, ¿por qué son tan preocupantes? ¿Cómo hacen daño y de qué forma, qué tanto y a quiénes? Este tipo de cosas serán aclaradas en la próxima entrada.